CONTACTO
FILOSOFÍA DEL PROYECTO
EL SONIDO Y EL AGUA
Fonte do Paraíso

Nos referimos al símbolo del final del Camino donde los peregrinos se lavaban antes de entrar por primera vez en la basílica de Santiago. Estaba situada en algún lugar de la plaza de Azabacherías, final del Camino y final de días de peregrinación. Es probablemente una de las primeras fuentes de la ciudad, construida en 1122, y la más antigua en relación a las fuentes monumentales de la capital gallega.

Se trataba de una fuente construida por el Maestro Bernardo. Su forma era poco común, por lo que llamaba la atención en cuanto a su ornamentación y a su tamaño. Era de proporciones enormes y tremendamente simbólica: una fuente que “mitiga la sed de los peregrinos”.

Para hablar de la Fonte do Paraíso es necesario nombrar a Aymerico, peregrino que llegó desde Francia a Santiago de Compostela en el S. XII y que la describió con todo lujo de detalles. En una transcripción literal, este francés dijo “[…] está fundada sobre un basamento de tres peldaños, sobre los cuales reposa una hermosísima concha de piedra en forma de taza, redonda y excavada, y de tanta magnitud que, a lo que creo, pueden bañarse en ella cómodamente hasta quince hombres a un tiempo. […] yérguese en el centro una alta y hueca columna de bronce, ancha en la base y de planta heptagonal. La coronan cuatro leones, de cuñya boca salen cuatro copiosos raudales para refrigerar a los peregrinos y a los habitantes de Santiago […] bajo los pies de los leones se ven escritos en dos renglones y alrededor de la columna las siguientes letras: ego Bernardus bti. Iacobi ts. Hanc aquam huc adduxi et presens opus composui ad me et animarum meorum paterntum remedium. Era MCLX. III idus aprilis.”, o lo que era lo mismo: “Yo, Bernardo tesorero del beato Santiago, traje esta agua aquí y construí la presente obra por mi alma y por la de mis padres. Año 1122, 11 de Abril.” El Calixtino describe su agua como“[...]dulce, nutritiva, sana, clara, muy buena, caliente en invierno y fresca en verano” Los leones que la coronaban eran símbolo de fuerza y poder, colocándose en la entrada de los templos como símbolo de poder y autoridad. Sin embargo, su situación en las entradas de las iglesias románicas del medievo nos muestra que quizás su simbología podría estar más relacionada con la Purificación: limpieza, renovación física y espiritual de los creyentes antes de entrar en el lugar sagrado.

La pregunta es: ¿por qué una fuente tan importante para Santiago de Compostela, para sus visitantes, para todo aquel que la miraba, pudo llegar a ser retirada de la calle y olvidada por el pueblo? Según Eduardo Beiras después de la edad de oro de Gelmírez llegan a Santiago los siglos oscuros, lo que llevó a que se abandonase la construcción de nuevas estructuras urbanas, edificios, fábricas.

La fuente fue retirada de las calles y la vista de los viandantes en 1600. Como recuerdo de ella encontramos en el claustro de la Catedral la concha pétrea. “La concha vuelve al sitio para el que fue concebida por Gelmírez”.


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